Estaba en mi cama tranquilamente, leyendo algunos rollos y libros, estaba tan aburrido que deje mis cosas y pues la palma de mi mano en mi cara, dándome cuenta que no llevaba mi protector.
Bueno da igual, mientras tenga el ojo cerrado, no habrá problemas.
Me levante a buscar mi libro favorito para entretenerme y lo cogí. Donde me volví a acostar leyéndolo y esperando a que alguien apareciese para poder entretenerme, dándole poca importancia si era un guardia o un asesino.